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MaGENta BioLabs

Nacimiento y horizonte.

“No basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer, se debe también hacer” (Goethe)

En mi primer artículo quiero comentarles acerca del largo y duro camino que he tomado junto a 3 personas (Sofi, Pablo y Marcelo) que conocí hace un poco más de un año y con las cuales estoy emprendiendo un proyecto biotecnológico, el cual, más que una startup, es un ideal del cómo queremos que se desarrolle la biotecnología en nuestro pequeño y muchas veces ignorado pedazo de tierra llamado Costa Rica.

Todo comenzó en el Startup Weekend Costa Rica, en marzo 2015. Me interesé en la idea que Sofi y Marcelo propusieron para el control de plagas agrícolas y me les uní al igual que Pablo y los demás cuatro miembros de ese proyecto. Fueron 72 horas de trabajo intenso y en las que descubrí mi gusto por el emprendimiento. Quedamos en el nada despreciable segundo lugar y finalizado el evento llegó la decisión importante: ¿vamos a seguir con esto?

De ocho miembros pasamos a ser 6 y luego 5. El TEC, mediante la escuela de Administración de Empresas, abrió la convocatoria para la Feria de Ideas de Negocios. Nos inscribimos en la categoría Tecnologías Eco-Amigables y en mayo estábamos ahí, en un pequeño stand en Paseo Metrópoli dando a conocer el proyecto a estudiantes, profesores y particulares. Teníamos la esperanza de ganar, pero no sucedió. Sin embargo, ganamos cosas invaluables: feedback, interés de la gente y mucha motivación.

El grupo volvió a disminuirse y quedamos los 4 miembros que seguimos hoy en día. Queríamos más y nos inscribimos en la competencia de Negocios Yo Emprendedor que se extendió hasta noviembre, y en la cual estuvimos entre los 30 proyectos finalistas, pero que de igual manera no ganamos.

En diciembre llegó un fuerte golpe al grupo: el proyecto para el control de plagas agrícolas murió. La estrategia técnica no era lo suficientemente sólida y ventajosa como para convencer un mercado meta fuertemente dominado por las grandes empresas productoras de plaguicidas. Este momento fue un importante punto de inflexión y nuevamente nos tocó meditar: ¿seguimos emprendiendo?, ¿vale la pena?, ¿cambiamos de proyecto? Una persona nos contó sobre proyectos biotecnológicos y uno de ellos nos interesó: producción de ácido hialurónico, molécula de interés en la industria cosmética y biomédica.

Ya nos vamos acercando a lo que somos hoy en día. Comenzamos a investigar sobre la molécula y vimos la posibilidad de poder hacerlo. Ahora, quisimos combinar dos métodos: biología sintética + uso de residuos orgánicos agrícolas e industriales. Diseñamos una estrategia para desarrollar un MVP (mínimo producto viable en español) y necesitábamos $3000 para ello, sin embargo, no logramos conseguir los fondos. Paralelamente iniciamos un proceso de pre-incubación, formando parte de la primera generación deTrópika Coworking, en Casa Trópika en el ITCR (una iniciativa y esfuerzo de un grupo de personas excepcionales por la que vale la pena todo el apoyo de los diversos sectores tanto en el TEC como en Costa Rica).

Acudimos por presentar un proyecto estudiantil (el cual brinda $1000) en el TEC y después de varios intentos, la Escuela de Biología nos apoyó para que el proyecto fuese desarrollado en el CIB (Centro de Investigación en Biotecnología) y lo aprobó para ser enviado a análisis por la Vicerectoría de Investigación y Extensión (un proceso sumamente burocrático, uno de los grandes males de Costa Rica). Mientras esperábamos la resolución de esto, BioTica compartió la convocatoria internacional de IndieBio para el desarrollo/aceleración de proyectos biotecnológicos con un capital semilla de $50k en Irlanda durante 3 meses (mayo — junio — julio, 2016). Nosotros aplicamos por aplicar (al menos nos enviaban un feedback) con la sorpresa de quedar entre los proyectos finalistas y ser aceptados en el programa. Esto implicó hacer muchas cosas en tres semanas: no continuar con el semestre y congelar los cursos, renunciar a nuestras asistencias, constituir una sociedad anónima, abrir una cuenta bancaria para recibir el dinero, comprar tiquetes de avión, planear nuestra estadía en Irlanda, dar la noticia a nuestros familiares y amigos, solidificar el aspecto técnico y de mercado, anular el proyecto estudiantil, llegar a un arreglo con las becas de la universidad, etc, etc, etc. No hubo tiempo de celebrar y hoy estamos aquí en Irlanda emprendiendo nuestra mayor aventura y con la cual tenemos la responsabilidad de dejar las puertas abiertas para proyectos biotec ticos.

Esa es nuestra historia a grandes rasgos; así nació MaGENta BioLabs (nombre random con un origen peculiar). Ahora, ¿cuáles son nuestras ambiciones, mejor dicho, nuestro horizonte?:

No queremos ser solamente una empresa que aprovecha desechos comunes para convertirlos en moléculas de alto valor y generar un profit. Queremos ir más allá y lograr brindar capital semilla y un espacio físico (dígase un laboratorio equipado) y de mentoría para que proyectos de emprendimiento biotecnológico estudiantiles, los cuales en su mayoría marchan solos sin el apoyo requerido y necesario, puedan desarrollar prototipos, validarlos en el mercado y lograr conseguir inversión y/o asociaciones estratégicas. Como ya lo he expresado, la biotecnología está para grandes cosas, pero solo juntos podemos lograrlo y cito a Silver Ceballos, uno de los biotecnólogos más brillantes que conozco: romper con el modelo de maquila biotecnológica a nivel país para demostrar que podemos empezar a crear.

Falta mucho por recorrer, eso es cierto, pero la semilla ya está sembrada y depende de nosotros y los que están por venir, romper con los esquemas conservadores, dar la iniciativa en emprender, mover barreras y obstáculos, dejar de lado el egoísmo y comenzar a crecer de la mano. Muchos no creen en ello porque lo ven como falso o interesado, pero yo sí creo en el altruismo como un medio y no como un fin.

El ecosistema emprendedor irlandés es muy diferente (MUUUUUYYY diferente) al ecosistema costarricense. Es un tema que se las trae desde factores económicos, culturales, políticos y de educación, y por el que vale la pena la redacción de un artículo que me propuse a realizar finalizado este proceso de incubación y aceleración (sin ánimos de pretender ser un experto, porque no lo soy, pero con el fin de que sea un material de utilidad para quien quiera analizarlo y llevar los aspectos buenos a Costa Rica)

P.D. 1: todo me gusta y compartir a nuestra página de Facebook será sumamente agradecido :)

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Foto: equipo Magenta; de izquierda a derecha Rafa (yo), Pablo, Sofi y Marcelo.